La Danza Es Un Viaje.
El hombre está rodeado de movimientos; hojas y plantas que se sacuden con el viento, automóviles que avanzan a velocidades rápidas, péndulos que se menean sólo con un impulso inicial o animales que van y vienen. El ser humano también realiza muchos movimientos, como forma de comunicación, y uno de ellos es el baile. Desde muchos años atrás, muchas personas han sentido pasión por la representación y expresión de emociones a través de movimientos de distintas clases, ya sean coordinados, armónicos, extravagantes, flexibles, fuertes, sensibles, etc.
La disciplina de la danza como tal, existe desde hace algunos siglos, donde muchísimos tipos de baile se crearon, casi siempre dependiendo de la música de la región: Así los árabes en la época de los sultanatos, los chinos, durante el periodo de dinastías, los españoles y franceses con los gitanos, etc., crearon sus propios estilos de baile. Uno de los tipos de baile más bonitos, para mi y muchas otras personas, es el ballet, una disciplina rítmica que siempre he admiro por su complejidad, y por la perseverancia física, mental y psicológica que tienen los bailarines.
La obra a la que asistí se titula Romeo y Julieta, una historia clásica adoptada al baile, con una música excelente. Me pareció muy interesante que en la obra no se hablará para nada, sino al contrario, que se utilizaban movimientos para expresar lo que se quería decir. De nueva cuenta, me impresionó muchísimo la capacidad de los bailarines para realizar tal esfuerzo físico mientras, al mismo tiempo, actúan y bailan con sutileza y gracia para que los movimientos se aprecien como naturales.
Otro aspecto que me impactó bastante fue la precisión y sincronización de los pasos a la hora de realizar coreografías grupales, porque se veía lo mas parejo posible a pesar de no contar con una guía. También me llamó mucho la atención poder observar la técnica de los bailarines al cargar a las bailarinas, porque siempre he creído que es casi imposible bailar mientras cargas a una persona, pero ahora creo que es un poco más fácil de lo que parece si tienes un buen físico y sabes la forma de hacerlo.
Para finalizar, me gustaría poder reiterar mi admiración por los bailarines de ballet, porque en cada paso se nota su esfuerzo y dedicación, y no es cosa de un año, sino algo que los llama desde pequeños, y les consume gran parte de su tiempo libre, pero ellos lo disfrutan porque es su pasión. La disciplina del ballet siempre me ha parecido muy difícil de representar, y en ese sentido, muchas veces no sé como ni cuanto tiempo les tarda a las bailarinas bailar en puntillas. Como casi toda actividad física, el ballet requiere sacrificios para el cuerpo de los bailarines, aguantar el dolor y las lesiones, y tener una increíble condición física.